EL INTERÉS GENERAL Y EL USO DE ANABÓLICOS
Las buenas políticas y sus normas complementarias son
aquellas que privilegian la defensa del interés general, desestimando los
intereses particulares.
Son el producto de un proceso consultivo de toma de
decisiones públicas en el que se ponderan los beneficios y los costos de las
medidas de gobierno. El resultado de las buenas políticas es una defensa
permanente del interés general que se traduce en mejores estándares de
bienestar.
Estos principios han sido tomados en cuenta por el Gobierno
cuando suspendió el uso de promotores de crecimiento en el ganado en abril de
2004, poniendo en un platillo de la balanza el interés particular de los
usuarios de estas drogas y en la otra los intereses del resto.
Frente a la reciente demanda de algunos interesados para que
se vuelva a autorizar el uso de anabólicos recordemos que razones de
costo/beneficio por un lado y la conveniencia de privilegiar los requerimientos
de un mercado como el europeo por el otro, fueron determinantes para decidir la
suspensión.
Durante los 16 años en que los promotores de crecimiento
estuvieron autorizados, la agroindustria bovina fue perjudicada en su conjunto.
Entre los perjuicios se inscriben la obligatoriedad de
mantener listados positivos de establecimientos ganaderos para la exportación a
la Unión Europea (UE) con efectos distorsivos en el mercado de ganado;
deterioro de la credibilidad del sistema sanitario por la incapacidad de
ofrecer las garantías requeridas por la UE; aumento de los controles oficiales
en plantas y en el campo y originando mayores costos de análisis de residuos;
deterioro de la imagen del producto sembrando dudas en el consumidor europeo
sobre las "carnes naturales" de la Argentina.
DECISIÓN CORRECTA
A fin de evitar esos perjuicios el actual Gobierno tomó la
decisión correcta de suspender los anabólicos y de armonizar la política con la
adoptada por el resto de los países del Mercosur, así lo han entendido las
entidades del sector que apoyaron mayoritariamente la medida.
Dado que se mantienen vigentes las causas que justificaron
en 2004 la suspensión, las cámaras de la industria reafirmaron la necesidad de
no innovar en ésta materia.
Héctor Salamanco*. 2006. La Nación, Sec. 5ª Campo, Bs.As.,
11.11.06:10.
*Director ejecutivo del Consorcio de Exportadores de Carnes.