INOCULANTES PARA LEGUMINOSAS
Las leguminosas son una familia muy grande y diversa que comprende unas 20.000 especies, muchas aprovechadas como forrajeras o como fuente de granos ricos en proteínas. Uno de los componentes fundamentales de las proteínas es el nitrógeno, abundantemente distribuido en la naturaleza pues se encuentra en grandes cantidades en el suelo, en el mar y, principalmente, en el aire. En un ecosistema está en equilibrio, el Ciclo del Nitrógeno provee a la tierra la cantidad necesaria de este elemento para que se desarrollen microorganismos fundamentales para el crecimiento de los cultivos. Pero en la mayoría de las explotaciones agrícolas este equilibrio se ve alterado porque una apreciable cantidad del nitrógeno fijado en el vegetal no regresa al suelo, con lo que este último comienza a empobrecerse, situación que se va agravando cosecha tras cosecha. La baja disponibilidad de nitrógeno resulta ser entonces, uno de los más significativos factores limitantes en la producción de cultivos.
Para evitar este debilitamiento del suelo y mantener su fertilidad en condiciones rentables, el productor echa mano a abonos químicos que reponen el nitrógeno como nitrato o como amonio, que es como lo aprovecha el vegetal. Pero la permanente utilización de estas sales altera significativamente el equilibrio del suelo modificando propiedades metabólicas de las poblaciones microbianas presentes en el ecosistema, y contaminan el medio ambiente (fundamentalmente los mantos acuíferos por el arrastre del nitrato por el agua). Además, el proceso de aplicación de abonos resulta cada vez más oneroso.
Hoy la ciencia presenta una alternativa segura, de fácil aplicación y económica, dirigida a incrementar la producción. Consiste en ayudar a la planta a que tome y fije el nitrógeno que necesita agregándole a la semilla un producto industrial, concentrado de bacterias específicas que favorecen la reducción del nitrógeno molecular presente en el aire a nitrógeno combinado (como amonio). Estos microorganismos que se adicionan poseen una enzima gracias a la cual inducen en la leguminosa las formaciones nodulares fijadoras del nitrógeno del aire, el que se incorpora al organismo del vegetal para su proceso metabólico y desarrollo saludable.
Este producto industrial, concentrado de bacterias específicas, se llama inoculante o inóculo, y la técnica de su aplicación se denomina inoculación. Los inoculantes se comercializan en estados líquido (acuosos u oleosos) o sólido (en polvo o granular).