La acumulación anual de forraje de una pastura de alfalfa y gramíneas perennes puede ser igual
o mayor que la de una alfalfa pura. Las estimaciones para el norte de la Pcia. de Buenos Aires,
indican que la mezcla puede acumular anualmente entre un 10 y un 20 % más de forraje que la
alfalfa pura (Cuadro 2). Estos resultados se obtienen cuando la alfalfa se asocia con especies
que se complementan con ella y son altamente productivas y adaptadas a las condiciones ambientales
del lugar. El análisis de una larga serie de datos recopilados en la EEA Pergamino
también reveló una menor variabilidad interanual en la acumulación anual de forraje en las mezclas
en comparación con la alfalfa pura
La evidencia previa en la EEA Pergamino muestra que cuando se reemplaza una gramínea perenne
por otra (festuca alta, pasto ovillo o falaris), la acumulación anual no cambia sustancialmente.
En cambio, la velocidad de pérdida de plantas de alfalfa es mayor con festuca alta que
con pasto ovillo o falaris.
En el norte de la Provincia de Buenos Aires, una mezcla en comparación con la alfalfa pura se
adelanta en el primer pastoreo en el año de establecimiento y, en los años siguientes, ofrece la
posibilidad de utilizar entre 0,8 y 2,0 t MS ha-1 en el período invernal. Lo cual le da a la mezcla
un valor estratégico, que es factible de capitalizar en esa época. Inversamente, al final de la primavera
y en verano, especialmente bajo condiciones de déficit hídrico, la acumulación de forraje
de la alfalfa pura supera la de las mezclas; esto se acentúa con el tiempo y en la medida que las
mezclas van perdiendo plantas de alfalfa.
Los resultados obtenidos han evidenciado que la digestibilidad de una mezcla, excepto en el
período invernal y en una pastura en el año de establecimiento, no presenta ventajas con respecto
a la alfalfa pura lo cual se evidenció en gran parte de las determinaciones, excepto desde
principios a mediados del otoño, cuando las condiciones ambientales determinaron problemas
de enfermedades foliares que desmerecieron la calidad del forraje de la alfalfa pura (Gráfico 3).
Existen evidencias que en mezclas con alfalfa, el aporte de la gramínea puede ser incrementado
por cortes y/o pastoreos frecuentes y/o poco intensos. Pero esto también puede ocasionar una
pérdida más rápida de la alfalfa en la pastura. Por el contrario, cuando se practican pastoreos infrecuentes
e intensos, las gramíneas producen rebrotes muy lentos y un deterioro paulatino de
la estructura de la pastura.
De este modo, la utilización de una mezcla alfalfa + festuca alta en un sistema de pocos potreros
provoca un desbalance de la mezcla a favor de la gramínea y, por el contrario, un alto grado
de subdivisión de la pastura, con alta carga y cvs de alfalfa de rápido rebrote puede derivar la
pastura hacia un alfalfar puro. El comportamiento de la composición botánica de la mezcla en
respuesta al manejo del pastoreo puede tener variantes regionales de acuerdo a las características
del ambiente que puedan ser más adecuadas para una u otra especie y con ello alterar las
relaciones de competencia entre las especies de la mezcla.
Cuando una mezcla alfalfa + festuca alta se fertiliza con N, el efecto de la fertilización se evidencia
solo en el corte posterior a la fertilización. La respuesta promedio anual aumenta en la medida
que la pastura pierde plantas de alfalfa (9,6, 15,2 y 33,6 kg MS kgN-1 en los Ciclos 1, 2 y 3,
respectivamente). El escaso efecto en el año de establecimiento puede reflejar por un lado la
mayor disponibilidad de N (mayor mineralización luego del laboreo del suelo) y el escaso desarrollo
de la gramínea (ya que, en términos generales, a mayor porcentaje de leguminosa en la
pastura, menor es la respuesta al agregado de N). En la pastura fertilizada, el aporte de la festuca
se incrementa con respecto a la misma pastura sin fertilizar, esto se evidencia con mayor claridad
a medida que la pastura pasa del año de establecimiento hasta el 4º año de vida.
De acuerdo a lo anterior, la aplicación de nitrógeno en estas pasturas puede ser una herramienta
para aumentar la producción de la pastura, en la medida que se considere la densidad de
plantas de alfalfa en la pastura.
Por último, y de acuerdo a la evidencia experimental disponible en la EEA Pergamino, se puede
resumir que:
1. En comparación con un cultivo puro de alfalfa, en mezclas de alfalfa y gramíneas es posible
esperar un discreto aumento en la acumulación anual de forraje (0-20 %).
2. La distribución estacional de forraje de la mezcla es estratégicamente importante por incrementar
la producción invernal.
3. La calidad de la mezcla (en términos de digestibilidad) es inferior a la de la alfalfa en primavera
- verano.
4. La composición de la mezcla es sensible en el tiempo al manejo de la defoliación.
5. La fertilización de la mezcla con nitrógeno aumenta la acumulación de forraje y la duración y
magnitud de la respuesta depende de la edad de la pastura.
Ing. Agr. (M.Sc.) Omar Scheneiter