El sistema productivo argentino primario del cultivo
de la soja presenta una alta productividad
por hectárea fruto de la aplicación
principalmente del sistema productivo de cero labranza con
cobertura de residuos o “Siembra Directa”, asociado a una buena
tecnología en genética, el uso de maquinaria agrícola nacional e importada
con tecnología de punta que permite en gran parte del territorio
nacional hacer un buen manejo por ambientes, para hacer una buena
nutrición de cultivos, elegir fechas de siembras y
espaciamientos óptimos, realizar un buen control de malezas, plagas y
enfermedades, además permite mejorar año a año la eficiencia de cosecha y
la postcosecha del grano que, en su gran mayoría hoy es almacenado en
los silos bolsas, la tecnología de almacenamiento en atmósfera modificada.
El sistema productivo argentino primario del cultivo
de la soja presenta una alta productividad
por hectárea fruto de la aplicación
principalmente del sistema productivo de cero labranza con
cobertura de residuos o “Siembra Directa”, asociado a una buena
tecnología en genética, el uso de maquinaria agrícola nacional e importada
con tecnología de punta que permite en gran parte del territorio
nacional hacer un buen manejo por ambientes, para hacer una buena
nutrición de cultivos, elegir fechas de siembras y espaciamientos óptimos,
realizar un buen control de malezas, plagas y enfermedades, además permite
mejorar año a año la eficiencia de cosecha y la postcosecha del grano
que, en su gran mayoría hoy es almacenado en los silos bolsas, la
tecnología de almacenamiento en atmósfera modificada.